Según Díaz (2012), es
una enfermedad devastadora que afecta a aproximadamente 250.000 niños en todo
el mundo.
La gran mayoría de los pacientes con Duchenne son
niños y hombres jóvenes que progresivamente pierden sus funciones físicas antes
de que inevitablemente mueran de esta cruel enfermedad, pierden la capacidad de
caminar durante sus días de infancia y cuando llegan a la adolescencia también
pierden la capacidad de utilizar sus brazos, llevar a cabo actividades
cotidianas como escribir o alimentarse por sí mismos y su capacidad de respirar se
deteriora, también DMD es una enfermedad hereditaria (a madres portadoras), pero aproximadamente el 35%
de los casos se producen como resultado de una mutación aleatoria espontánea.
Por lo tanto, algunos niños
tienen problemas de aprendizaje. A medida que crecen en los jóvenes chicos con
Duchenne finalmente sucumben a la enfermedad y mueren debido a problemas
respiratorios o insuficiencia cardíaca.
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